IMR Acoustics, compañía británica de reciente creación y fundada a lo largo del año 2017, nos trae de la mano de Bob James, diseñador y dueño de la compañía, su primer producto lanzado al mercado, el IMR R1.
Algunos pocos conocerán a Bob por sus anteriores trabajos realizados en la compañía Trinity Audio. Pero él ahora se encuentra en una nueva etapa de su vida profesional con IMR Acoustics, y justo venimos aquí a hablar precisamente de esto.
Volviendo al IMR R1, se trata de un in-ear con un driver dinámico híbrido de berilio y cerámico, que ya viene precedido de un gran hype del otro lado del charco, pero que ha llegado a extenderse recientemente y rápidamente en nuestro país gracias a la buena acogida que está teniendo por parte de nuestro público patrio.
Una de las claves de su éxito, son los productos denominados B-Stock de este IMR R1. El producto nuevo cuesta 500£ y ofrece tres años de garantía, pero estos B-Stock pueden encontrarse desde 225£ con un año de garantía y va incrementando el precio en diferentes grados según su estado estético como se describe en su página web. Esto no repercutirá en el sonido como se nos asegura.
Desde luego, es una buena forma de promocionar su producto, y darlo a conocer a un amplio rango de potenciales clientes que no estén dispuestos o no puedan gastar tanto dinero en un IEM de estas características, pero sin embargo desearían tener uno. Realmente son una grandísima adquisición debido a su relación sonido/precio, ya que compiten con otros IEM de una gama superior.
Cuando hable con Bob para solicitarle el préstamo de una unidad de IMR R1 para su revisión, el me advirtió que tendría que esperar un largo periodo de tiempo ya que todas las unidades asignadas para tal efecto estaban en ese momento fuera prestadas a otros revisores.
El hype ya me había alcanzado también. No podía esperar tanto tiempo para probarlo, yo también quería un IMR R1 par mi uso y disfrute. Estaba convencido que me iba a gustar, así que decidí dar el paso finalmente empujado por otros compradores y terminé adquiriendo una de estas unidades B-Stock.
En el siguiente enlace podréis obtener mas información e incluso adquirir el producto:
imracoustics.com/collections/all
Especificaciones
- Driver de 13 mm con motores de neodimio y con diafragma de berilio + conductor de cerámica
- Puerto de apertura.
- Impedancia de 32 Ohm
- Sensibilidad: 108 +/- 3DB
- Respuesta de frecuencia: 14 – 40000Hz
Presentación y contenido del IMR R1
Una vez abierto la caja encontraremos el siguiente contenido:
- Los IMR R1
- Un estuche duro de transporte
- Adaptador de 6.5mm
- 5 pares de filtros diferentes para la personalización del sonido
- Cable de 2 pins OFC de 1,4m. con jack de 3.5mm chapado en oro
- 3 pares de puntas de silicona en tallas S, M y L
- 2 pares de puntas de espuma en tallas M y L
- 1 par de puntas de silicona biflange
- Clip de sujeción para el cable.
- Pequeño manual.
- Tarjeta con una leyenda detallada de cada filtro.
En el siguiente vídeo unboxing veréis en detalle todo lo que encontraremos dentro del paquete. Si no estáis ya subscritos al canal, podréis hacerlo desde aquí.
Construcción, confort y diseño del IMR R1
El cable, enfundado en una camisa plástica presenta calidad, pero resulta grueso y rígido. Estará constantemente saliéndose de detrás de nuestras orejas, por lo menos hasta que pase un tiempo y termine cogiendo forma. Puede resultar molesto. En este caso lo mejor sería optar por un cable compatible de la amplia oferta que se nos presenta por ejemplo en Aliexpress. Al final de este análisis dejare para todos los interesados una relación de algunos cables que van bien con el IMR R1.
Los conectores de 2 pins en su protección de plástico presentan una muesca para no inducir a error en la orientación a la hora de insertarlos sobre las capsulas del IMR R1, con lo que evitaremos problemas de polaridad. Estos encajan muy bien y de forma segura. Como curiosidad vemos que en las capsulas las entradas de los conectores están giradas unos 90º a lo que suele ser lo habitual en otros IEM, quedando digamos perpendicular al oído, y no paralelo como viene siendo habitual.
El conector Jack de 3,5mm en forma de “L” este chapado en oro y presenta el nombre de la compañía impreso.
Al inicio de la distribución del IMR R1, este también se entregaba junto a un cable balanceado, pero parece ser que toda la tirada salió mal de fábrica y tuvieron que retirarlo. Así que lo mejor será pensar que nunca ha existido.
Las capsulas no dejaran indiferente a nadie por su diseño. Con un estilo que definiría como steam-punk parecen salidas del popular videojuego Fall Out o de la película Sucker Punch. Te podrán gustar o no, en mi caso personalmente me encantan a la vista y le otorgan mayor carácter a este IMR R1. Aunque si razonamos, lo ideal hubiera sido un diseño más conservador al estilo de los custom IEM universales ya que podría llevar a problemas de ajuste en algunos oídos.
El confort de las capsulas, dependerá en gran medida de las puntas y cable que utilicemos, y es algo tan relativo y personal que tocara experimentar a cada uno. En mi caso, tras diversas pruebas que he realizado durante días, cambiando las puntas de silicona por otras ajenas al paquete, y adquiriendo un cable de terceros, he llegado a conseguir casi ni notar que lo llevo puesto. Con el cable de stock y puntas suministradas, llegue a conseguir un buen ajuste, pero a veces me llegaba a resultar un poco molesto tras unas horas de uso continuado, ya fuera por la eterna lucha con el cable o por sentir algún roce con la rueda de apertura del puerto.
Al igual sucede con el aislamiento. Con unas puntas conseguiremos más, con otras menos. Pero se puede llegar a conseguir un buen sellado y aislamiento muy satisfactorio.
Los puertos de apertura que podemos observar en el lateral exterior de cada capsula, esa pieza en forma de engranaje, nos ayudaran a conseguir un poco más de escena, aire y extensión en el sonido. La diferencia entre mantener el puerto abierto o cerrado es ligeramente evidente, pero no supone un cambio radical. No es algo que ayude a mayores en el aislamiento por mantenerlo cerrado, por lo cual siempre he terminado llevándolos abiertos, entre otras cosas esto también ayudara a la inserción del IEM en los oídos al tratarse de un driver flex, y evitaremos en medida ese crujido tan característico en este tipo de drivers dinámicos. Como siempre, es mejor que cada uno experimente por su cuenta y lo dejéis como mejor os parezca a vuestro criterio.
Los filtros, son fáciles de colocar y retirar. Girando en sentido a las agujas del reloj, dejaremos ajustados los filtros sobre las capsulas. Estos filtros presentan una pequeña junta de goma para evitar pasarlos de rosca. También podremos observar pequeños agujeros de distintos tamaños según el color de cada filtro, esto responde a ajustes de diseño y afinación sobre como incidirán los graves en este IEM. Los filtros que no estemos usando los dejaremos fijos en un porta filtros de metal para no perderlos. Quizás resulte un tanto rudimentario, pero es práctico y efectivo.
Junto al paquete, también acompaña un estuche rígido de calidad donde almacenar nuestros IMR R1 y algunos de sus accesorios dentro de su bolsita de rejilla. Resulta bastante amplio y podremos guardar otros accesorios en su interior, como los filtros con su porta filtros o incluso un DAP como el Shanling M0.
Sonido del IMR R1
Y con todo esto, por fin llegamos a la parte del sonido. Donde este IMR R1 tiene su razón de ser, y por el que ha sido apodado por usuarios de nuestro país con adjetivos como “la bestia”, “el bicho”, “el Santo Grial de los IEM” … Y eso es lo que precisamente vamos a ver y tratar de descubrir aquí. ¿Es merecedor de todos estos adjetivos y apelativos?
Como ya sabemos y hemos visto, el IMR R1 se entrega con 5 pares de filtros con los que podremos acomodar el sonido a nuestras preferencias o necesidades musicales.
Vamos a ver un poco en detalle como incide cada uno de ellos sobre el IMR R1:
- Negro: Ataque máximo con potentes bajos impactantes, medios ricos y altos controlados.
- Rosa: Bajos un poco disminuidos respecto al filtro negro, pero con los mismos medios y agudos.
- Cobre: Máximos graves, medios exuberantes y agudos ligeramente hundidos.
- Naranja: Bajo equilibrado y medios con roll-off en los altos.
- Azul: Maravillosamente equilibrado en todas las frecuencias, sonido natural y aireado con graves medios y graves perfectos.
(Gráfica de respuesta de frecuencia del IMR R1 extraída del sitio web del fabricante imracoustics.com)
La primera vez que uno se pone el IMR R1 en sus oídos, lo primero que destaca inevitablemente es su zona baja. En una primera sensación nos pueden llegar a parecer bass head, pero según pasen las horas, iremos viendo que todo va tomando forma y estando en su sitio. A pesar de ese cierto equilibrio que iremos notando, los graves seguirán siendo muy presentes, pero nunca emborronarán ni sangrarán sobre otras frecuencias. El timbre es muy natural y su perfil se situa en U.
Resulta en un sonido muy enérgico, directo, rápido y muy ágil, con lo cual se convierten en perfectos para generos como la música electrónica, aunque realmente tienen un carácter que al final lo hace muy versátil para todos los géneros musicales, convirtiéndose en un perfecto todo terreno.
Haciendo hincapié en su velocidad, el IMR R1 es endiabladamente rápido, recordando a los carísimos electrostáticos.
Para mis impresiones, voy a jugar con los filtros azules, que son los que más me han gustado y presentan un mejor equilibrio a mis oídos. Aunque haré alusión a otros filtros cuando sea necesario.
Los agudos se extienden muy bien, resultan bastante brillantes, pero se suavizan a medida que van subiendo, y mantienen una excelente cantidad de aire y separación entre los instrumentos. Dependiendo del filtro usado podrían llegar a resultar duros para algunos usuarios. Pero para eso también existen los otros filtros, y será cuestión de ir probando hasta encontrarnos en nuestra zona de confort. Detalle, claridad y recuperación de detalles son simplemente soberbios. Hace poco pude compararlos junto a un Sennheiser HD800, y aunque no logra su excelencia, es el IEM más próximo a los agudos del Sennheiser de lo que he podido escuchar hasta ahora.
El rango medio también se muestra maravillosamente. Una vez más, según el filtro usado se tornara en más ligero y delgado, o con mayor grosor y exuberancia. Resulta muy enérgico, claro y detallado. Las voces tanto masculinas como femeninas son naturales, claras y se presentan con emoción. Las guitarras, como en el “Money For Nothing” de Dire Straits, o la voz de Michael Jackson en conjunción de las guitarras eléctricas en su “Dirty Diana” nos pondrán los pelos de punta. La trompeta de Miles Davis nos transportará a su lado con su tema «Flamenco Sketches» y hará estremecernos con su realismo. Es espectacular lo natural que llega a sonar este instrumento de la mano de un monstruo del Jazz a través de los IMR R1.
El grave es muy rápido, con gran caída y profundidad. Es contundente en su golpeo y firme, bien articulado y sin descomponerse otorga una buena base cálida donde se desarrollará toda la pieza musical. Los subgraves y medios graves también son poderosos y con una gran presencia. A pesar de que su zona baja es fuerte no resulta para nada intrusiva. Los más bass heads encontraran su debilidad sin duda con los filtros de color negro y cobre. Precisamente con los filtros negros colocados sobre el IMR R1, no pude evitar enfrentarlo a mi Fostex TH-X00, y el resultado fue sorprendente, viéndose claramente a ambos y de tú a tú en la zona baja.
La escena simplemente es espectacular. Es muy amplia y aireada. La imagen es soberbia, alcanza una tridimensionalidad increíble en el tema «Is This Love» de Bob Marley. Es fantástico escuchar buenas grabaciones de conciertos en directo, cono el “Alchemy” de los Dire Straits y observar perplejo su imagen estereofónica, o en un modo más intimista el “MTV Unplugged in New York” de Nirvana, donde la banda se situará justo en frente a unos pocos pasos de nosotros. Desde luego es uno de los mejores IEM que he escuchado en este terreno junto al Audeze LCDi4 y superando a la ya excelente escena que tiene el Dunu DK-3001 analizado anteriormente en nuestro blog.
El IMR R1 es sumamente sencillo de mover con cualquier fuente. Mis pruebas las he realizado principalmente sobre el LG V30+, el Shanling M0 y como fuente estacionaria mi querido JDS Labs The Element. En todos los casos, su comportamiento ha sido simplemente sobrado y muy satisfactorio.
Conclusión y pensamientos finales
El IMR R1 es un grandisimo IEM con alma de orejero. Tiene tantos puntos a su favor que lo hacen irresistible: Apertura de puertos para extender su sonido, cinco filtros diferentes que producen cambios más que sutiles en las distintas frecuencias (es casi como tener 5 IEM diferentes), y un driver dinámico híbrido que combina la cerámica y el berilio como nadie para hacer volar muy alto a este IEM.
Realmente casi que le podemos atribuir finalmente el calificativo de “el Santo Grial de los IEM” de una forma justa por su relación sonido/precio, y no porque lo esté diciendo yo. Solo vengo a corroborarlo, los aficionados ya han hablado.
El IMR R1 puede ser un producto casi definitivo, y perfectamente podría marcar el final de camino para muchos, y un gran punto de inflexión para otros.
Sin duda Bob James y su compañía IMR Acoustics nos ha traído un pedacito de paraíso a un precio increíble, y los poseedores de un IMR R1 estamos agradecidos de su genialidad.
Material utilizado durante el análisis:
- LG V30+
- Shanling M0
- JDS Labs The Element
Cables de terceros compatibles con el IMR R1
Nota: si os aventuráis a adquirir un cable por vuestra propia cuenta fuera de la siguiente lista de recomendados, primero aseguraros que el protector plástico de los 2 pins no vaya a resultar una molestia al insertar en la entrada del conector, y que el cable no este provisto de guías que puedan dificultar su orientación.
https://es.aliexpress.com/item/-/32907003943.html?spm=a2g0s.8937460.0.0.5da72e0eqAU7Eg